Lex Hermae

Ego, Prisca, me ordinem sodalesque fideliter adiuvare me vivo hac re iuro.

dilluns, 16 de març del 2015

Canción ambigua de dudas y espejismos

¡Por fin he publicado la segunda novelucha de la saga!




Canción ambigua de dudas y espejismos


No es la portada definitiva (que ya está encargada y sólo hay que esperar a que la artista la acabe), pero ya tenía ganas de subirla a kindle. La versión en papel, eso sí, se hará esperar más, hasta que la portada esté hecha. No voy a dejar que la emoción me haga tomar malas decisiones.

Me hace mucha ilusión que Canción ambigua de dudas y espejismos vea la luz, no tanto porque siguen las aventuras de los Invocatio, sino porque está escrita, con mucho cariño, por mi amigo Melcior y por mí. Un mano a mano que determinó que esa primera novelucha, Alma de fuego, se convirtiera en el inicio de una saga más extensa. Porque en Canción ambigua de dudas y espejismos por fin entramos en la trama ambiental, en esa historia ajena a los personajes pero que poco a poco va cobrando fuerza, hasta que se convierta definitivamente en el argumento que moverá los destinos de los personajes hasta el final. 

Pero no adelantemos acontecimientos. 

Como explicaba, a Mel le encantó la idea de los Invocatio y, como buenos roleros que somos, percibió que aquella historia podía dar mucho más de sí. Me pidió permiso para hacer suyo alguno de los personajes e inició su propia novelucha.  Debo aclarar que nuestras mentes siempre han estado interconectadas de una manera especial, sobre todo en temas de creación de mundos, de idear juegos, de plasmar argumentos rompedores y sorprendentes, y todo esto tras años de férrea amistad y, en este caso, de haber dirigido varias sagas de rol. Otra cosa no será, pero la imaginación nos chorrea por las orejas, es lo que tiene vivir la mitad de tu vida en mundos de fantasía.

Pero escribir no es fácil. La constancia es una virtud para el escritor, mucho más importante que la inspiración, y poco a poco aquel proyecto fue diluyéndose en el tiempo... hasta que decidí hacerme cargo de una parte de esa segunda novelucha. Las ganas de uno inspiraban al otro y, con mucha paciencia, fuimos acabándola, hasta obtener el resultado que he publicado. 

Como con Alma de fuego, no pretendemos reinventar el género fantástico, y mucho menos el romántico, pero sí que esperamos que sea una segunda parte a la altura de un buen rato de distracción. Sin pretensiones, pero con mucho cariño.

Mel... ¡lo hemos conseguido!