Lex Hermae

Ego, Prisca, me ordinem sodalesque fideliter adiuvare me vivo hac re iuro.

dijous, 12 de juny del 2014

Obsesión 10



Al menos dos veces por semana vamos a tomar algo al Noctàmbul, me han aceptado en el grupo de Angelblood y, aunque parezca mentira, me siento a gusto. Por fin me aceptan tal y como soy, porque he encontrado a gente que es como yo.

Nano y Aina son los más abiertos, normalmente al trabajo van muy discretos y sólo se visten a su antojo los días libres. Lo entiendo, al fin y al cabo Aina es dependienta del Fnac y debe ir con ese horrible chaleco verde y amarillo mostaza que queda mal vayas como vayas, ni gótico ni pijo ni con chándal, es sencillamente un uniforme horroroso.

Nano tiene más libertad, pero al trabajo va más cómodo con un simple tejano negro y una sudadera de algún grupo metal; la gabardina y los trajes de sepulturero se los deja para vestir. Ellos siempre tienen anécdotas que contar, son los que hablan del mundo real, de los problemas sociales, de las movidas sindicales y esas cosas tan terrenales y lejanas a mí.

Angelblood prefiere hablar de música, de riffs de guitarra, de programas informáticos y pirateos varios, de juegos en línea y de nuevos aparatos electrónicos impensables hace cinco meses. Por eso se lleva tan bien con Edgar, con el que juega en línea a un simple y absurdo tetris, e inventan entre los dos los juegos de Sang i Fetge. Han creado esta saga, macabra y exquisita, y tengo entendido que están montando ya Sang i Fetge 3. Cuelgan en un host privado el juego y se ganan un dinerillo con ese juego en línea que la gente se descarga… no sé cómo va exactamente, aunque me lo expliquen mil veces, no entiendo qué es un host, un servidor, o por qué la gente paga para jugar a esos juegos, por muy divertidos y morbosos que sean.

Y por último, Viñeta, una goth Lolita adorable, llena de plumas negras, de tules y gasas, vestida como una muñeca de porcelana de tirabuzones azabache, con su sombrerito, sus merceditas negras y sus guantes con mil lazos de raso rojo, acompañada siempre de su osita de peluche negro Luci, sí, Luci de Lucifer. Es dibujante de lo que sea, normalmente la contratan para dibujar en cuentos infantiles, aunque ahora está, por fin, dibujando su primer cómic. Loca de contenta debe estar, teniendo en cuenta que hasta ahora sólo colaboraba como coloreadora del cómic de algún compañero. Creía que la llamaban Viñeta por ser dibujante, pero hoy me ha explicado, mientras tomábamos un cóctel bastante bueno llamado Sangre de Tarántula, que en realidad se llama Vinyet, un nombre tan real como que es la patrona de Sitges. Y de su nombre real, el cachondeo de llamarla Viñeta entre los amigos. Ironías de la vida.

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